El Banc de Llet recoge tres tipos de "leche especial" para casos de prematuros muy extremos

La leche que genera una madre después de dar a luz pasa por distintas etapas a medida que avanza la lactancia y su composición cambia. Primero es el calostro, después es la leche de transición, y por último, la leche madura. Además, la leche que sale los primeros minutos de cada toma es diferente a la que sale al final. Y por si fuera poco, la composición de la leche de una madre que hace lactancia, cambia según la hora del día.

Por este motivo, no toda la leche que nos llega al Banc de Llet es igual. El 85% de la leche que recibimos es la que llamamos leche madura. Pero tenemos tres tipos de leche especial que es la que las madres generan en la primera fase de la lactancia y que por este motivo, es mucho más adecuada para los recién nacidos prematuros muy extremos. Son quienes han nacido con menos de 28 semanas de gestación y pesan menos de 1 kg. Estos bebés se encuentran en una situación de mucho riesgo, su organismo y sus órganos son todavía muy inmaduros y, por eso, será para ellos más fácil ingerir este tipo de leche de las fases iniciales.

Esta leche especial puede ser de tres procedencias: el calostro, la leche de transición y la leche de prematuro.

• El calostro: es el primero que produce una madre cuando ha dado luz y se genera durante las 72 primeras horas después del parto. Es la leche amarillenta de la primera fase de la subida de la leche. Tiene una composición muy especial, rica en proteínas y menos grasa que la leche madura. Su donación es muy esporádica. En algún caso, puede ser de madres que han perdido al bebé durante el nacimiento.
• La leche de transición: Es la leche que se produce en los 15 primeros días desde el momento del parto y tiene más contenido de azúcares, grasas, calorías y vitaminas hidrosolubles y tiene menos proteínas e inmunoglobulinas que el calostro.
• Leche de prematuro: es la leche de madres donantes con hijos prematuros. Se trata de una leche que es algo diferente en composición, al menos en las primeras semanas, porque está diseñada para cubrir las necesidades particulares de su bebé. Es más alta en proteínas y minerales como la sal y contiene diferentes tipos de grasa que pueden digerir y absorber con mayor facilidad los prematuros.