A medida que desciende la incidencia de la Covid-19, la actividad en los hospitales aumenta y suben las necesidades de sangre. En el último mes, la transfusión ha aumentado un 30% respecto a 2020. Este año, más de 36.000 pacientes han necesitado cerca de 120.000 bolsas de sangre.
La donación de sangre, imprescindible todo el año
Ahora los esfuerzos se centran en movilizar a la ciudadanía para que dé sangre antes de acabar el año, unos meses en los que el frío y el mal tiempo dificultan la donación.
Es importante mantener unas reservas de sangre estables pocas semanas antes de las vacaciones de Navidad, cuando la donación desciende alrededor del 25%. Hoy hay sangre para los siguientes 7 días, cuando el óptimo son 10.
Un donante salva 3 vidas
De cada donación se benefician tres personas, porque la sangre se separa en los distintos elementos que la componen: glóbulos rojos, plaquetas y plasma. Cada uno de estos componentes servirá para tratamientos diferentes.
El 55% de los glóbulos rojos se utiliza en especialidades médicas mientras que un 40% en usos quirúrgicos. La mayoría de transfusiones de plaquetas se realizan para prevenir hemorragias en pacientes que tienen déficit.