Los requisitos para ser donante de córneas son poco conocidos y mucho menos restrictivos de lo que se puede pensar. Todo el mundo puede ser donante y tiene el derecho de dar, de los 2 a los 89 años. Cuando una persona se plantea la posibilidad de ser donante de tejidos, lo primero que tiene que hacer, y lo más importante, es comunicar su decisión a la familia y los amigos más cercanos.
Ellos serán los primeros a los que el coordinador de trasplantes, el encargado de hacer posible las donaciones en los centros hospitalarios, consultará la posibilidad de la donación después de la muerte.
Las condiciones clínicas en el momento de la muerte determinarán si los tejidos son válidos para el trasplante. Y contrariamente a lo que se puede creer, tener miopía, astigmatismo, hipermetropía, o haber sido operado de cataratas, no impide que las córneas sean viables para un trasplante. Tampoco haber sufrido un cáncer. Sólo se rechazan las donaciones de las personas que padecen enfermedades hematológicas y de las que tienen serologías positivas para hepatitis B, hepatitis C o sida, entre otros.