Conoce las historias de personas que han recibido vida
Gracias a los grandes profesionales del Banc de Sang que me han acompañado hasta el final de esta pesadilla
Alicia Paquico
Alicia, en el País de las maravillas, vive su peor pesadilla
Os quiero explicar mi historia, un cuento con un final muy feliz, pero con muchos horrores.
Todo empezó al en urgencias un fatídico 11 de enero de 2018. En principio creí acudir por una simple gastroenteritis y todo fue de mal en peor. Esperamos el resultado de la analítica y no había buenas noticias, algo fallaba. El nivel de plaquetas no era el correcto; de 150.000 que hay que tener, sólo tenía 10.000. Alguna solución se tenía que proponer y con no mucho margen de tiempo ya que se temía lo peor: leucemia.
Tras tres largas horas de espera se descubrió, dentro de lo malo, que tenía una enfermedad denominada Púrpura Trombocitopènica Trombotica (PTT) que afecta directamente a las plaquetas a través del sistema inmunológico.
Pues bien, el siguiente paso era realizar un cambio de plasma, denominado plasmaféresis. Al principio parecía que no funcionaba ya que el nivel de plaquetas disminuía en vez de aumentar. Pero a los pocos días, tras recibir unas cuantas sesiones, el cambio se empezó a notar. Aún así, como en mi cuerpo ya no había suficientes plaquetas sanas, ingresé a la UCI debido a un derrame cerebral. Había perdido totalmente el habla, la memoria y no reconocía la mayoría de personas y objetos. De forma sorprendente sufrí varias crisis convulsivas que me ayudaron a recuperar la conciencia, y poder volver a hablar y recodar ciertas cosas. Con todo este proceso, estuve más de un mes ingresada, aunque volví a recaer en la enfermedad que me obligó a ingresar otros 10 días más. Durante la primera estancia tengo muchas lagunas y muy pocos recuerdos.Tras tres largas hora de espera, se descubrió que tenía una enfermedad denominada Púrpura Trombocitopènica Trombotica
La segunda estancia fue diferente, celebré mi cumpleaños con todo el personal de la planta y pasé uno de mis mejores días en el centro. Curiosamente lo recuerdo todo, sobretodo lo dulces que se hicieron todos los días con cada uno de los profesionales que me atendieron. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado, con un final distinto y mejor al que apuntaba. Ahora vienen los agradecimientos: Agradecer a todo el personal del Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti). Y especialmente a las personas que me han salvado la vida, el equipo del Banc de Sang i Teixits. No tengo palabras de agradecimiento por todo lo que han hecho por mí, que aparte de ser grandes profesionales han sido unas maravillosas personas que me han acompañado con su enorme corazón hasta el final de esta pesadilla. También quiero agradecer a todo el personal de la planta 13 y de la UCI. Su dedicación y profesionalidad ha superado todas mis expectativas.Recuerdo sobretodo lo dulces que se hicieron todos los días con cada uno de los profesionales que me atendieron