
Me llamaban la atención los autocares de donación de sangre, los había visto en mi pueblo i por aquí Badalona. No es que venga de una familia donde se donara sangre, pero era algo que me atraía. Y me decidí a subir a uno de ellos y a pedir información sobre como se podía donar sangre. Recuerdo que tenía los hijos muy pequeños, hace ya más de 20 años. Y así empecé. Y me dicen que llevo casi 174 donaciones entre sangre, plasma y plaquetas.
Y empecé a donar solamente sangre, primero en los autocares que venían aquí a Montigalà y después ya subía al centre de donación de sangre del Hospital de Can Ruti, donde he donado siempre. Ya me conocen, de tantos años, las enfermeras y el personal. Nos tratan muy bien a los donantes, nos cuidan mucho. Y saben que siempre pueden contar conmigo.
Me llamaban la atención los autocares de donación de sangre

Al cabo de un tiempo, en Can Ruti, vi un cartel sobre la donación de plasma i me informé. Y así fue también que empecé a donar plasma. Primero probaron que mis venas pudieran sostener el retorno del plasma, y vieron que, al menos la derecha, sí que era una buena opción. Así que des de entonces, lo que doy más es plasma. Subo sin falta cada mes a donar, no me lo pierdo. Con la sangre, y los problemas de hierro que tenía, no he donado tanto. Lo que sí que a veces he hecho es donar plaquetas. Y yo les he dicho siempre que si lo necesitan por fuerza mayor, aunque me falte hierro, yo vengo a donar!
La única vez que no he dado en Can Ruti, ha sido porqué lo he hecho en el Hospital de Sant Pau, cuando mi madre estaba ingresada y le hicieron transfusiones a raíz de la quimio. Vinieron y nos pidieron si podíamos donar, y doné sangre allí.
También soy donante de médula, pero en mi familia no he podido convencer a demasiados, tienen miedo a las agujas y mi marido por salud no puede. Es lástima, pero yo sigo cada tres semanas, hay mucha gente que lo necesita y si les puedo ayudar, no hay más.