Nunca había pensado que salvaba vidas cuando daba sangre hasta que yo la he necesitado

No era muy consciente que salvaba vidas cuando daba sangre. Yo he vivido en los dos lados de la donación, era donante primero y luego pasé a ser receptor.  Soy cero negativo y di sangre hasta hace muy poco. Tuve un linfoma y tuvieron que hacerme un autotrasplante de médula, y eso conlleva que te quedes sin médula, sin sangre, sin defensas. Hice quimioterapia y radioterapia. Durante todo el tratamiento, fui recibiendo transfusiones de sangre y de plasma. Gracias a estas personas que dan sangre anónimamente, yo estoy aquí. También gracias, claro está, a los doctores, al personal sanitario y a mi familia, especialmente a mi mujer que no me deja ni un momento, pero gracias a esa sangre, yo estoy aquí. Por eso animo a todas las personas que puedan, a que den sangre, porque es de las cosas más importantes que se puede hacer en la vida, es salvar una vida. Yo no he tenido consciencia de lo que representa dar sangre hasta que he sido receptor. Antes cuando daba sangre, creía que hacía una obra buena, y no le daba más importancia. Ahora, sí que me doy cuenta de la importancia que tiene. Yo les diría a todo el mundo que no lo duden nunca porque dando sangre están salvando una vida. Yo soy creyente y rezo cada día para que salgan donantes de sangre. Ahora soy yo quién he necesitado sangre y me he dado cuenta del valor que tiene dar sangre.