Cómo te tienes que extraer la leche materna para asegurarte que llega a los bebés

  • Es importante seguir algunas pautas de higiene básicas para garantizar la calidad de la leche
  • Una leche con bacterias puede ser inocua para un bebé sano, pero puede resultar inservible para uno de prematuro

La misma leche que toma un bebé sano podría ser perjudicial para uno de prematuro, que encara no tiene los sistemas digestivo e inmunitario totalmente desarrollados. Por eso, en el Banco de Leche hacemos análisis de todas las donaciones que recibimos para asegurarnos que serán beneficiosas para los bebés prematuros ingresados en clínicas y hospitales.

Es muy importante asegurarnos que la leche que llega a los hospitales es 100% segura para los bebés.

Para conseguirlo, hay que seguir algunas pautas muy sencillas y efectivas que evitarán que la leche tenga gérmenes que la harían inservible por los bebés.

Antes de la extracción

Dúchate cada día, pero no hace falta que te laves las aureolas y los pezones cada vez.

Lávate bien las manos durante 1 minuto antes de empezar. Después secate con papel de un solo uso.

Después de la extracción

Limpia cada parte del tirador de leche con agua caliente y jabón. Seca cada parte con papel desechable. Si quieres, puedes ponerlo al lavavajillas.

Esteriliza el tiraleche como mínimo una vez al día con agua hirviendo durante 15 minutos. O con otro método de esterilización.

Conservación de la leche

Recoge la leche a los recipiente estériles que te facilitamos. Usa un potecito diferente en cada extracción aunque no esté pleno. No te olvides de etiquetarlos con tu nombre y fecha de extracción.

Justo después de la extracción congela el recipiente. Protégelo con una bolsa.

Evita

  • Que recipientes y tiraleche estén en contacto con otros alimentos.
  • El contacto con el trapo de a cocina, puesto que es un grande contaminante.
  • Aplicar cremas, perfumes y desodorantes al pecho.
  • Que la leche esté más de 4 semanas al congelador.
  • Abrir los recipientes después de haberlos cerrado, aunque no estén llenos.
  • Que caiga algo dentro del recipiente con la leche (pelos, polvo, suciedad, etc.).